Acepté el sentarme a verlas en su edición pirata (porque no pagaría una entrada al cine para ver estos esperpentos) me referiré a 3 de las "promocionadas nuevas glorias del cine nacional" tales como "El Pequeño Seductor" (aunque lo negó millones de veces, era una caricatura de la supuesta biografía de Miguel "Chato" Barraza y "Macho peruano que se respeta", "estelarizada" nada más y nada menos que por Carlos Vílchez y "Al filo de la ley", supuesta cinta de acción de "bad boys old school" con la "gloriosa participación" de Milet Figueroa, Julian Legaspi y Renato Rossini... He tenido la horrible experiencia de ver las "películas" de Barraza y Vílchez, pero ante la posibilidad de ver también "Al filo de la ley", decidí escapar y confiar en el análisis de un crítico experimentado. Pero dejemos los previos y vamos al análisis de una vez
- Macho Peruano QUe se respeta
“Macho peruano que se respeta”... sí, esto también es "cine peruano"... solo desde el título ya se suponía repulsiva al ser un mal intento de humor machista. Debo mencionar para ser totalmente honesto, que realmente me parece repulsivo el trabajo de Vilchez, sinceramente no me agrada, me produce acidez estómacal el solo verlo en tv o en algún titular de un periódico local como si de una figura importante se tratase. Sus "personajes" han sido desde siempre el mismo bodrio, desde el tipo "criollón" que era golpeado por "Rambo", hasta el palomilla que podía enamorar a cualquier mujer con solo "cirearla vulgarmente, porque eso les gusta a las mujeres", hasta llegar al personaje gay que creó para ser el "estilista enamorado" de la imitación de Luis Miguel que hacía JB y que luego cobró fama para ser una mala parodia de la comunidad homosexual.
“Macho peruano que se respeta” que falla desde el momento de su concepción, un guión sin lógica, ni estructura. Fácilmente podría pasar como la típica conversación de borrachos (incluso eso tendría más sentido que esta "película". Tenemos una idea borrador (nunca pasa de ser eso.. un borrador) que podría llegar a ser legítima si la historia estuviese bien estructura y las actuaciones la realzaran... pero no... es totalmente previsible: "Máximo", un mujeriego descarado que a pesar de su "ferrea" determinación, se enamora, cambiando completamente sus ideales (¿alguien más pudo preever lo que pasaría solo con leer las primeras palabras de la sinopsis?)
Ni siquiera enormes dosis de alcohol podrían ayudar a digerir estos intentos de humor vulgar y grosero (mucho más corriente del tipo de "humor" al que nos tiene acostumbrados Vilchez) Se intenta derribar los estereotipos típicos del peruano y clichés baratos para siquiera de casualidad, dale validez a la esencia de las personas, usando para ello un final inverosímil. Pero "desarrollo" que lleva hasta esa instancia, ejemplifica todo lo contrario y se prácticamente se regodea en ello (como si fuese un gran logro) Sumemos a esto, la "gloriosa actuación" de especímenes faranduleros de nuestro país tales como el ya mencionado Carlos Vílchez (que intenta ejemplificar todo lo que un "verdadero macho peruano" debe ser) Nico Ames, Dante del Águila, Rodolfo Carrión, Nancy Cavagniari, Amparo Brambilla, Haydée Cáceres, Leysi Suárez, Tito Plaza... es decir... "El Especial del Humor: The movie"... No es posible que estando en el 2015, en las salas comerciales se exhiban "películas" como esta... con un mediocre registro sonoro y un desconocimiento absoluto de las reglas mínimas del lenguaje audiovisual, que sumado a las paupérrimas actuaciones de "Macho peruano que se respeta" convierten a esta "cinta" en uno de los bodrios del cine nacional estrenados el 2015
Dirección: Carlos LandeoCalificación: -10 ... (¿se puede dar una calificación en números negativos?... imagínense mi opinión al respecto)
- El Pequeño Seductor
“El pequeño seductor” "estelarizada" por Miguel "Chato" Barraza ha sumido al cine nacional en un profundo pozo de repugnante mediocridad, dejando una nueva marca a donde pueden descender los que quieren hacer cine basura (porque dudo que otra "cinta" como esta pudiese ser peor... o lo pensaba hasta que ví "Macho peruano que se respeta"
La película carece de coherencia en el guión, al igual que en "Macho peruano..." Falla estrepitozamente en el lenguaje audiovisual, presentando así, planos mal cuadrados, edición de sonido que podría haber sido realizada por un jalador de combi (con el respeto que se merecen) transiciones mediocres, que fácilmente podrían haber sido realizadas con el editor de video de windows (no recuerdo el nombre en este preciso momento) sumado al pobre desempeño de su "elenco". O sea... para que pongan a Mauricio Diez Canseco como actor, es que estamos hablando de cualquier payasada
El humor, simplemente brilla por su ausencia. El director no logró aprovechar en ningún momento, la experiencia cómica de gran parte de su elenco y ojo que digo gran parte... ya que como mencioné "actúan" Lucecita Ceballos (conocida en el medio solo por salir con minifalda a dizque animar un programa en RBC) Giannina Alves (una hasta hoy "NN" que no me sorprendería se haga "famosa" en algún reality o escandalete farandulero) además del bufón llamado Mauricio Diez Canseco (ahora candidato presidencial) ya que el único fin de la cinta es mostrarnos la historia de un "galán" (que dicho sea de paso, nadie se la cree) En la cinta, Barraza luce perdido, como demostrando que este tipo de cosas no son lo suyo. La chacota, el humor callejero, los intentos de humor corriente, así como el lenguaje físico (momentos a lo cuy lee de los 80´s y la relación con el "Gordo" Casaretto) no son sus aliados esta vez, siendo esto completamente palpable en intervención que tiene. Uno siente que está viendo un sketch repetido de Risas y Salsa (programa que nunca hizo gracia) y no una historia que merezca la pena verse
Director: Wilfredo Sifuentes Robles
Guión: Lino Bolaños
Música: Alejandro Castañeda
Calificación: -9 (la considero mínimamente mejor que "Macho peruano..." al menos ese fue el fondo del cine nacional del 2015... hasta ahora)
- Al filo de la ley
Una película lamentable
Escrito por Leonardo Morro
Al filo de la ley, película peruana dirigida por los hermanos Juan Carlos y Hugo Flores, y protagonizada por Julián Legaspi y Renato Rossini (que además es productor de la misma), es una película lamentable. Trata de ser una película de acción que cuenta la historia de dos ex criminales reclutados por la policía que se infiltran en un cartel del narcotráfico para capturar al líder. Digo trata, porque no va más lejos del intento. Se queda en sólo buenas intenciones
El guión es flojísimo y lleno de vacíos, la dirección de actores es mala y la edición pésima. Es un continuo sinsentido de escenas y diálogos intrascendentes, adornado con presencias femeninas como si fuesen pedazos de carne exhibidas en una carnicería. Es triste ver a dos actores que supuestamente tuvieron su “momento de gloria” hace veinte años querer ser lo que ya no son. Ambos se niegan a reinventarse, viviendo estancados en la década de los noventa. Como consecuencia la película deambula entre camisas a cuadros típicas del grunge noventero, casacas de cuero de la época de la miniserie El ángel vengador: Calígula, y ternos propios del Rocky Belmonte de “Fantástico”, de hace más de dos décadas
Una pena por un actor de la talla de Reynaldo Arenas, quien tiene un papel sobreactuado, absolutamente estereotipado, lleno de lugares comunes y rozando lo caricaturesco. Hay una escena con una explosión que debe estar entre las tres peores escenas de la historia del cine peruano. La cinta tiene errores serios de continuidad y personajes intrascendentes, como el de Karen Dejo, que no aportan nada a la historia. Y así un larguísimo etcétera de yerros. Lo único por rescatar sería la banda sonora con grupos importantes de nuestra escena como La Mente o Por hablar
La dupla Legaspi – Rossini, a pesar de ser amigos hace muchos años, no transmite esa química que debería mostrar ni da esa cuota de credibilidad que siempre es necesaria. Se limitan a entablar diálogos pobres, que tratan de ser ocurrentes y desenfadados pero que obtienen el resultado contrario. El cine peruano viene creciendo en cantidad, pero no en calidad, salvo casos puntuales. Ver en la pantalla grande a “actores” como Antonio Pavón o Xoana Gonzáles es preocupante y se ve que es sólo una estrategia de marketing para llevar gente a las salas. Y para terminar es increíble que Al filo de la ley culmine insinuando una posible secuela. Sería un exceso